Regresaba a su hogar luego de visitar a su menor hijo en Chorrillos,
cuando lo sorprendió la muerte. En un aparente acto de venganza, un
hombre que se desempeñó como guardaespaldas de la exministra de Trabajo,
Manuela García, en el gobierno de Alan García, y en algunas ocasiones
tocaba la batería en reconocidas orquestas musicales, fue asesinado de
cuatro balazos pasada la medianoche de ayer en plena vía pública de la
urbanización Palao, en San Martín de Porres.
De acuerdo con una cámara de seguridad instalada en un chifa, que grabó
los momentos precisos del ataque, Narvik Eduardo Fernández Vega (38),
quien cargaba una mochila, a las 00:25 horas bajó de un bus en el cruce
de los jirones Alhelí y San Lucas.
Tras caminar varios metros y cuando se desplazaba por el frontis del inmueble del jirón Alhelí 1041, un pistolero vestido con casaca negra lo persiguió y le descerrajó sin piedad cuatro balazos que le impactaron en el abdomen, uno en la mano y un cuarto en el pie.
Tras caminar varios metros y cuando se desplazaba por el frontis del inmueble del jirón Alhelí 1041, un pistolero vestido con casaca negra lo persiguió y le descerrajó sin piedad cuatro balazos que le impactaron en el abdomen, uno en la mano y un cuarto en el pie.
Según la filmación, el homicida y otro sujeto que se cubría el rostro con una gorra llegaron en un vehículo color negro con la apariencia de taxi.
El herido fue socorrido por los bomberos y llevado al hospital Cayetano Heredia, donde finalmente falleció.
La policía investiga una presunta venganza, porque no le robaron nada. Sin embargo, Eduardo Fernández, padre del occiso, refiere que los ladrones lo mataron por no dejarse robar.
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