jueves, 4 de agosto de 2011

TRAGEDIA EN COLLIQUE,CUATRO PANADEROS MURIERON ASFIXIADOS


Horror. Cuatro panaderos, entre ellos dos jóvenes hermanos, murieron asfixiados mientras dormían al inhalar el gas tóxico que emanó el horno de la panadería donde trabajaban, en Collique, Comas.


La tragedia ocurrió en la madrugada de ayer. Los trabajadores de la panadería Luisa, ubicada en el jirón Santa Rosa 160, Collique, al parecer se quedaron dormidos tras encender el horno y subir la temperatura a 300 grados, algo inusual porque lo recomendable es 150, según los peritos de la policía.


Quien se percató de lo acontecido fue Efraín Chávez, administrador del negocio, quien a las 5:00 de la mañana tocó la puerta del local para recoger el pan y distribuirlo por la zona, pero ninguno de sus trabajadores, entre ellos su hermano menor, respondieron.
Temiendo lo peor, pidió desesperado a Gleni Mattos, dueña de una bodega ubicada al costado de su negocio, que ingrese a la panadería por la puerta que une ambos locales.


La mujer asustada ingresó y se topó con el terrible cuadro. Los trabajadores yacían inconscientes en el piso. "Había mucho vapor, pensé que estaban dormidos, pero al tratar de despertarlos ninguno respondió, por eso llamé a una ambulancia", sostuvo nerviosa.
Aún con vida, los inexpertos trabajadores fueron trasladados al hospital de la zona, donde los médicos nada pudieron hacer para salvarles la vida.


En el nosocomio los infortunados fueron identificados como Raúl Simón Chávez (38), hermano menor del administrador; el maestro panadero Víctor Estela (60), quien cumplía su primer día de trabajo, y los hermanos Luis (17) y José Mora Aquino (19), quienes por vacaciones dejaron su natal Cerro de Pasco para trabajar en Lima.


Hasta el lugar llegaron peritos de criminalística, quienes confirmaron que el fatal accidente se dio porque los trabajadores se quedaron dormidos tras encender el horno y elevar su temperatura hasta los 300 grados, nivel considerado como excesivo.
"La temperatura del horno tenía que estar en 150 grados. Tuvieron una 'muerte dulce' como se dice, pues no sufrieron", comentaron.


Explicaron que los trabajadores cerraron todas las puertas y tragaluz del local para que el pan hinche rápidamente, dejando encendido el horno panificador. "Lamentablemente se quedaron dormidos y no pudieron darse cuenta del riesgo que corrían sus vidas", anotó la dueña de la bodega.


Los ancianos padres de Raúl Chávez, al enterarse de lo ocurrido, protagonizaron conmovedoras escenas de dolor. "Era nuestro sustento, mi hijo no puede estar muerto", dijeron Fortunato (70) y Paulina (65) en medio del llanto.
Se supo que el maestro de panadería Víctor Estela, conocido en la zona como "El huachano", deja esposa y tres hijos mayores de edad, quienes viven en Huacho.


alpuebloconlaverdad.blogspot.com

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