Los 45 sacos
con residuos hospitalarios que desaparecieron de un depósito sanitario en Puente Piedra habrían ido
a parar a clínicas y farmacias informales de Comas. Así lo
adelantaron ayer fuentes de la Primera Fiscalía Penal Mixta de ese distrito,
que tiene a cargo la investigación.
El material biocontaminado había sido
decomisado el 6 de junio en la Mz. A, lote 22, de la asociación de vivienda Los
Algarrobos, desde donde presumiblemente iba a ser comercializado. Ese mismo día
la fiscalía inmovilizó los residuos hospitalarios para incinerarlos.
Sin embargo, el miércoles, cuando se
quiso destruir el material, solo se encontraron 64 de los 109 costalillos.
Entre los desechos había materiales
para transfusiones sanguíneas, como mangueras, agujas y jeringas. Según la
Dirección General de Salud Ambiental, estos podrían estar infectados con
tuberculosis, hepatitis y hasta con VIH. Según la fiscalía, los residuos
también estarían siendo reusados en centros ilegales de Carabayllo.
El único detenido por el caso es Rubén
Lizama Marcas, de 40 años. Su padre, Félix Lizama Segama, de 61, dijo que los
desechos se habían perdido. A ambos se los acusará por delitos contra la salud
pública.
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