Durante la mañana del miércoles, la
caída de una de las ramas de un árbol de gran tamaño puso
en alerta a docentes de la institución educativa especial para niños con
discapacidad visual, Louis Braille, de Comas.
Son 150 alumnos de los diferentes niveles los que reciben
clases en este plantel del Estado. Durante la mañana, salieron por grupos para
asearse durante el refrigerio y retornar a las aulas.
Las madres y los profesores
aseguran que los más de diez árboles que hay dentro del colegio no son podados
de manera continua. Pese de estar al lado de la UGEL, no
han recibido el mantenimiento adecuado durante todos estos años.
La Gerencia del Servicio de la Ciudad del municipio llegó
hasta el colegio con la promesa de realizar trabajos de mantenimiento el fin de
semana.
Cabe resaltar que a
este centro educativo también acuden a rehabilitarse personas que perdieron la
visión por enfermedad o accidente.
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