Sin piedad alguna, un francotirador del Ejército del Perú agarró a
correazos e hirió al compañerito de salón de su hijo solo porque los niños se
habían peleado.
Sucedió en la puerta del colegio Miguel Ángel Asturias, en Collique,
distrito de Comas, donde el militar Carlos Olihua Castro (40) esperó a que el
menor de 7 años salga de la escuela para arrastrarlo por los suelos y pegarle
con la correa que tenía puesta.
'Mi nieto salió rápido a la carretilla de
dulces, ahí lo jaló y empezó a pegarle', relató doña Adela Zurita, abuela del
escolar a quien fue a recoger como todos los días.
Al ver la terrible escena, las madres de familia
defendieron al niño del ataque, mientras que el agresor fue llevado a la
dirección del colegio.
Miguel Gamboa, padre del pequeño agredido,
denunció que el hombre estuvo detenido en la Comisaría de Collique, pero fue
puesto en libertad rápidamente.
'La Policía lo soltó porque dice que no hay
suficientes pruebas. ¿Qué cosa quieren, que mi hijo muriera?', exclamó el
indignado papá.Sin piedad alguna, un francotirador del Ejército del Perú agarró
a correazos e hirió al compañerito de salón de su hijo solo porque los niños se
habían peleado.
Sucedió en la puerta del colegio Miguel Ángel Asturias, en Collique,
distrito de Comas, donde el militar Carlos Olihua Castro (40) esperó a que el
menor de 7 años salga de la escuela para arrastrarlo por los suelos y pegarle
con la correa que tenía puesta.
'Mi nieto salió rápido a la carretilla de
dulces, ahí lo jaló y empezó a pegarle', relató doña Adela Zurita, abuela del
escolar a quien fue a recoger como todos los días.
Al ver la terrible escena, las madres de familia
defendieron al niño del ataque, mientras que el agresor fue llevado a la
dirección del colegio.
Miguel Gamboa, padre del pequeño agredido,
denunció que el hombre estuvo detenido en la Comisaría de Collique, pero fue
puesto en libertad rápidamente.
'La Policía lo soltó porque dice que no hay
suficientes pruebas. ¿Qué cosa quieren, que mi hijo muriera?', exclamó el
indignado papá.
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