miércoles, 24 de abril de 2013

Asesinos de Fiorella Gonzales cayeron tramitando DNI falsos


Iban a huir de Lima. Los buscaban por secuestrar, agredir sexualmente y dar cruel muerte a una joven estudiante de contabilidad, hija de un suboficial PNP.

Sabían que estaban perdidos. Quizá por eso, como último recurso, adquirieron DNI falsos en el jirón Azángaro para eludir a la justicia.

 Los dos delincuentes que abusaron sexualmente y asesinaron a la joven estudiante de Contabilidad Fiorella  Gonzales Vilca, la madrugada del sábado en Carabayllo, fueron detenidos por la policía en el Cercado de Lima.

Ambos tenían previsto utilizar documentos falsos para burlar los controles carreteros a fin de refugiarse en el interior del país, según informó el general César Cortijo Arrieta, jefe de la Dirincri.

Fiorella era hija del brigadier PNP Willy Gonzales Villar y estudiaba el décimo ciclo de contabilidad en la Universidad Nacional del Callao.

Por desgracia, la madrugada del sábado se cruzó en el camino con los homicidas: Julio César Santana Alarcón (22) y el menor J.L.P.F., de 16 años.

 Pese a su juventud, los dos tenían tendencias criminales. Aparentaban ser mototaxistas para cometer delitos atroces.

La estudiante, confiada, solicitó servicio de transporte al adolescente, quien "trabajaba" con el motocar azul NI-16483.

Por versión de los detenidos se sabe que Fiorella abordó el vehículo a las 00:20 a.m. del sábado para dirigirse a su domicilio del AH. El Dorado de Carabayllo, Mz. 38, lote 18. Antes había asistido a una reunión con amigos.

Ella ignoraba que, oculto detrás del asiento posterior, se hallaba el delincuente Julio César Santana.

El general Cortijo aseguró que el referido sujeto admitió haber inmovilizado a la muchacha, cogiéndola del cuello, mientras su cómplice enrumbaba veloz hacia una zona oscura y solitaria, a orillas del río Chillón, a la altura del km 22 de la Panamericana Norte.

Recuperan celular

Los plagiarios abusaron allí de la estudiante y la golpearon con una piedra hasta matarla. Luego arrojaron el cadáver al lecho del río y huyeron.

La tarde del lunes los investigadores ubicaron el motocar en una casa abandonada, distante un kilómetro del escenario del crimen. A través de los dueños del vehículo fue posible identificar a los homicidas.

En poder del adolescente de 16 años se halló el teléfono celular de la víctima.

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