Los restos del pequeño Jason Alexander, quien falleció tras
caerle en la cabeza un pesado tobogán en un parque de Carabayllo, fueron
sepultados por sus familiares.
En medio del
dolor de sus padres y sus seres queridos al mediodía de ayer, su féretro fue
trasladado hasta el cementerio Jardinez del buen retiro, en Puente Piedra,
donde le dieron el último adiós.
Muchos de sus
compañeritos de su centro de estudios lo acompañaron hasta su última morada.
Sus progenitores pidieron justicia por la muerte del menor.
De otro lado,
Anna Zucchetti, presidenta de Serpar, sostuvo que los municipios deben incluir
el gasto por mantenimiento del mobiliario de los parques, así como de los
juegos infantiles, en su presupuesto anual para evitar situaciones como las de
Carabayllo.
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