sábado, 30 de abril de 2011

Un 35% del agua potable de Lima se pierde por las tuberías de Lima Norte



No es gratuita la ausencia de plantas frente a la mayoría de casas del asentamiento humano Milagro de Jesús, en la tercera zona de la urbanización Collique, en el pujante distrito de Comas. Tampoco que todas las familias que ahí radican convivan diariamente con baldes, tanques artesanales y mangueras conectadas casi eternamente a tinas de plástico de todos los colores y tamaños.


El agua potable es un recurso tan apreciado como escaso en Lima norte. Solo llega durante dos horas al día, casi siempre de 7:30 p.m. a 9:30 p.m. Nada más. En verano, dicen los pobladores, la falta de agua durante la mayor parte del día fue un verdadero martirio.


“Durante las dos horas que tenemos agua, en la noche, debemos juntarla en baldes y recipientes grandes para poder al día siguiente bañarnos, tomar desayuno, cocinar y lavar. Todo con agua guardada. El gran problema es que cuando todos debemos salir, justo en ese momento llega el agua. Ahí sí estamos fritos”, refiere Sandra Vásquez Guzmán (40), quien vive con 10 parientes en una casa de Milagro de Jesús.


Sedapal pretende revertir esa situación. Con la finalidad de lograr que la mayor parte de Comas, todas las etapas de la urbanización Pro, en Los Olivos; la urbanización San Diego, en San Martín de Porres; y la urbanización Tahuantinsuyo, en Independencia, ya no padezcan de la escasez del recurso, esa empresa lleva a cabo el proceso de licitación para las obras de mejoramiento de reservorios y redes matrices de la zona. Un primer paso de una serie de proyectos de optimización de agua potable y alcantarillado con financiamiento internacional.


Según Umberto Olcese, jefe de Proyectos de Sedapal, las obras físicas de ese plan inicial comenzarán en octubre, mes en el que deberá darse la licitación de las obras en las redes secundarias o domésticas de esas áreas, cuyo expediente técnico está en elaboración. “Ese conjunto de trabajos constituye el proyecto llamado Lima Norte I y buscará dotar de agua a esas poblaciones las 24 horas. La ejecución total debería estar concluida en dos años”, manifiesta.


RECURSO NO FACTURADO
Otro beneficio de este primer proyecto –explica el funcionario– será disminuir la proporción de agua que la empresa no puede facturar, es decir, que pierde por la existencia de tuberías matrices y domésticas deterioradas, dañadas y antiguas, que predominan en el cono norte. “Por redes en mal estado y por conexiones clandestinas se pierde el 49% del recurso que distribuimos a Lima norte”, señala.


“En los distritos del centro de la ciudad no facturamos el 33,8% del agua asignada a esos espacios; y en el sur, el 26%. En general, como empresa perdemos el 35% de toda el agua que distribuimos”, subraya Olcese.


Ello sin contar el agua que se pierde en el interior de cada vivienda debido a las malas conexiones, la cual sí es facturada por Sedapal.


Según esta empresa, una persona consume en promedio 250 litros de agua al día (en lavado, baño y bebida) y al año, 91.250 litros, es decir, 91,25 m3. Además, la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) dice que la empresa produce una media de 660 mlls. de m3 al año. Entonces, el agua no facturada, que representa el 35% de la producción o 231 mlls. de m3 al año, beneficiaría a 2’531.207 personas anualmente.


Para Lima Norte I, Sedapal cuenta con sendos créditos, de US$50 millones cada uno, de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y del banco alemán Kreditanstalt für Wiederaufbau (KFW).


El pasado 7 de abril el directorio del Banco Mundial (BM), en Washington, EE.UU., aprobó un préstamo de US$54,4 mlls. a Sedapal para financiar la mejora de redes secundarias de Lima Norte I, es decir, las que llegan a los predios. Ese crédito tiene un período de gracia de 17 años, refiere desde Miguel Vargas Ramírez, especialista senior de Agua y Saneamiento para América Latina y el Caribe, del BM.


Olcese, de Sedapal, resalta que a escala local solo falta que un decreto supremo dé luz verde a ese traspaso de fondos.


“Pagamos 30 soles al mes a Sedapal. Caro. Temo que el dengue llegue porque guardamos agua en baldes”, indica Amada Torres Grandez (32), del asentamiento humano Nueva Esperanza, también en Comas, donde el agua solo llega de 5 a.m. a 6 a.m.


Laura Frigenti, directora de Operaciones del BM para América Latina y quien vendrá a Lima en breve para la firma del crédito, refiere desde EE.UU. que el crédito servirá para que los beneficiados tengan agua todo el día.


MÁS COMPROMISOS
Los planes van más allá. Según Olcese, la empresa solicitará más créditos para optimizar el sistema de agua y desagüe de Ancón, Bellavista, Callao, Carabayllo, Carmen de la Legua, lo que restaría de Comas, Independencia, La Perla, La Punta, Los Olivos, Puente Piedra, Rímac, San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres, Santa Rosa y Ventanilla.


LAS CIFRAS
338 piscinas semiolímpicas llenas (50 m de largo x 25 m de ancho x 1,5 m de profundidad = 1.875 m3) es el equivalente a lo que pierde Sedapal al día en Lima y Callao.


7% de la población de Lima y Callao no cuenta con conexión a las redes de agua y desagüe de Sedapal.


49% es el índice de agua no facturada en Lima norte con relación al total de agua distribuida a esa zona. Con la ejecución de nuevos proyectos, Sedapal espera reducir ese indicador a 25%.


alpuebloconlaverdad.blogspot.com

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