El colmo. Neurólogo llevaba pacientes a
consultorio ubicado frente al referido nosocomio. Cometía estas irregularidades
a pesar de ser vocal del Colegio Médico.
La dirección del
hospital Cayetano Heredia destituyó al médico neurólogo, Tito Alfredo Chilón
Quispe, por abandonar su trabajo –en el nosocomio– para atender pacientes en su
clínica privada, ubicada frente al establecimiento de salud ubicada en el
distrito de San Martín de Porres.
Luego de una labor de
seguimiento las autoridades del referido hospital descubrieron –en un video del
28 de mayo de este año– que el médico salía de su centro de labores
(consultorio de neuropsiquiatría) a las 11:45 de la mañana en dirección a la
oficina 203 del Laboratorio Clínico Loza. Al galeno se le observa ingresando
con un paciente al que lo atendió cerca de media hora.
Tras culminar con su
labor particular y cobrar por sus servicios 70 soles, se le ve a Chilón
Quispe regresar al hospital Cayetano Heredia, como si nada hubiese pasado, a
seguir con sus labores.
Ante la evidencia y
por recomendación de la Comisión Permanente de Procesos Disciplinarios de dicho
establecimiento de salud, el director general, Luis Edgardo Dulanto Monteverde,
destituyó de sus funciones al médico neurólogo.
Medida ejemplar
"Al revisar las
pruebas y analizar los descargos del médico, resolví la destitución Chilón
Quispe, por la comisión de falta grave disciplinaria, al infringir sus
obligaciones. Además, debo de agregar que esta sanción debe servir de ejemplo,
para que estas acciones no se repitan con otros colegas", expresó el
galeno Luis Dulanto, director del referido hospital.
Por ello, la autoridad
firmó la Resolución Directoral 798-2013-HNCH/DG que destituye al citado médico.
En este documento, la dirección del nosocomio destaca que viene realizando una
gestión basada en el paciente, y cumpliendo con las normas de atención al
usuario dictadas por el Minsa.
Cabe destacar, que el médico Chilón Quispe
resultó ser vocal del Consejo Regional III del Colegio Médico del Perú,
un profesional que debió respetar el código de ética, que defiende en las
distintas asambleas que se realizan.
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