Luego de disfrutar una noche en una discoteca del boulervard de Puente Piedra, dos adolescentes murieron intempestivamente al chocar el vehículo en el que viajaban en el kilómetro 37.5 de la Panamericana Norte. Dos de sus acompañantes quedaron gravemente heridos.
El automóvil BOR-140 era manejado por el adolescente K.C.L. (17) -Kevin Cuba Lozano- en estado de ebriedad, quién al hacer una mala maniobra chocó su unidad contra las vallas de contención de la vía provocando que la copiloto, otra menor de edad de aproximadamente 16 años, saliera disparara por la parte delantera del automóvil. Ella murió en el acto y su identidad no ha podido ser conocida hasta el momento.
El conductor de la unidad, junto a Michael Flores Estis (18) y Dilmer Ponte Poma (28) fueron rescatados con vida de la nave siniestrada que terminó con el motor a un lado de la autopista y trasladados al hospital de Puente Piedra dónde el primero de estos llegó cadáver.
Todos los ocupantes de la unidad que viajaba a gran velocidad, se dirigían a sus viviendas en Ancón y las investigaciones determinaron que los cuatro ocupantes estaban ebrios.
Al lugar de la tragedia llegaron los amigos de lo ajeno que no respetaron a la cadáver a quién le quitaron sus zapatillas, mientras que otro grupo se llevó las cosas de valor pertenecientes a las víctimas que habían quedado dentro del carro.
El automóvil BOR-140 era manejado por el adolescente K.C.L. (17) -Kevin Cuba Lozano- en estado de ebriedad, quién al hacer una mala maniobra chocó su unidad contra las vallas de contención de la vía provocando que la copiloto, otra menor de edad de aproximadamente 16 años, saliera disparara por la parte delantera del automóvil. Ella murió en el acto y su identidad no ha podido ser conocida hasta el momento.
El conductor de la unidad, junto a Michael Flores Estis (18) y Dilmer Ponte Poma (28) fueron rescatados con vida de la nave siniestrada que terminó con el motor a un lado de la autopista y trasladados al hospital de Puente Piedra dónde el primero de estos llegó cadáver.
Todos los ocupantes de la unidad que viajaba a gran velocidad, se dirigían a sus viviendas en Ancón y las investigaciones determinaron que los cuatro ocupantes estaban ebrios.
Al lugar de la tragedia llegaron los amigos de lo ajeno que no respetaron a la cadáver a quién le quitaron sus zapatillas, mientras que otro grupo se llevó las cosas de valor pertenecientes a las víctimas que habían quedado dentro del carro.
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