El cruce de los jirones Trujillo
y Malecón, en el Rímac, durante más de 15 años fue el lugar de trabajo de la
anticuchera Herminia Sivipáucar Laura (55), hasta hace cinco días, cuando fue
desalojada de esa zona por habérsele vencido la licencia.
Pese a ser madre de un niño especial, los serenos del Rímac
la desalojaron a la fuerza. Hoy se ha quedado sin trabajo.
"Cada noche vendía anticuchos muy cerca del puente Trujillo.
A mi lado siempre tengo a mi hijo, Luis Chiclla Sivipáucar. Él sufre parálisis
cerebral, trastorno del lenguaje expresivo y tiene crisis de epilepsia. Cuando
me desalojaron, perdí parte de mi mercadería por cuidarlo", lamentó.
La mujer indicó que la gestión del alcalde rimense, Enrique
Peramás, no le brinda facilidades para gestionar el permiso preventivo que
requiere para trabajar con tranquilidad.
"Los anteriores alcaldes, como Víctor Leyton Díaz y Luis
Lobatón, conocían mi caso y el de mi hijito. Me brindaban apoyo, pues solo les
pedía trabajar. Pero ahora en esta gestión me han ignorado y estas son las
consecuencias. Mi trabajo peligra y las medicinas de mi hijo son caras",
denunció.
Recibió SILLA DE RUEDAS
Pese a todo, Herminia y su engreído recibieron ayer una
alegría. La Municipalidad de Lima, en coordinación con el Rotary Club de San
Borja y Wheelchair Foundation, donó una silla de ruedas para Luis.
"Una silla de ruedas significa ejercer el
derecho a movilizarse y a transportarse en la ciudad. Busca más posibilidades
de inclusión en la sociedad", resaltó la alcaldesa de Lima, Susana
Villarán, durante un evento en la comuna capitalina.
alpuebloconlaverdad@hotmail.com
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