Solo bastó dos horas a personal de la Subgerencia de Salud
de la Municipalidad de Comas para constatar que en dos kioscos de la
Institución Educativa Esther Festini de Ramos Ocampo encontró comida podrida,
hongos y un desorden total."Nos han caído justo después del recreo, recién
estamos ordenando todo", fue la excusa de una de los propietarios del
primer Kiosco intervenido, identificada Mónica Mota. Pese a ello la Autoridad
Municipal decidió clausurarlos y multarlos con una Unidad impositiva tributaria
a cada uno.
En el colegio Esther Festini de Ramos Ocampo, ubicado en el
kilómetro 11 de la Av. Túpac Amaru, donde estudian más de mil 200 alumnas en
dos turnos, quienes consumen sus alimentos en horas de recreo en los dos
kioscos que les ofrecen sus productos.
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